miércoles, 9 de enero de 2008

Ensayos para confinar el testimonio IV


6. “La decadencia puede ser una forma de interpretar” *

“Me planteo ejecutar ahora la arquitectura como una producción
cinematográfica”. Un componente de su equipo cumple su cometido
y explica que Rem Koolhaas tiene dos estudios: OMA, de corte más
clásico, donde se elaboran y construyen los proyectos, y AMO, el laboratorio
de ideas y análisis que también desarrolla iniciativas siempre muy vinculadas
con la actualidad política, cultural y social. Al poco, llega acompañado
por los responsables del Greenspace que se está celebrando en tres antiguas
naves abandonadas de Valencia: Jeff Povlo, manager de Heineken, y el director
creativo, Adrian Caddy. El autor se sienta en un sillón de pequeñas dimensiones
para su elevada estatura y asegura que por la mañana no dio ninguna lección
a los jóvenes finalistas del concurso, aunque es el mentor del espacio dedicado
al diseño. "Más que exponer mi conocimiento he venido a observar", dice,
antes de incidir en que el Greenspace es responsabilidad de todo el equipo
comandado por sus acompañantes. Dice que no conoce la ciudad de Valencia.
Sobre la invitación del Ayuntamiento para que participara en el concurso
para reordenar El Grao, el arquitecto señala que no llegó a participar porque
desdeña la competición. "Uno presenta un trabajo y te pueden dar las gracias
y decirte que es muy bueno, pero hay un 80 por ciento de posibilidades
de que el trabajo acabe en la basura. Prefiero una relación laboral mucho
más directa con el cliente para generar espacios reales para necesidades
reales". Escritor, antiguo guionista y periodista, Koolhaas se muestra interesado
por la combinación de música, cine y diseño de Greenspace, si bien matiza
que su relación profesional con la primera es la "creación de espacios para
contenerla". Espacios que son difíciles de definir. "No hay ningún campo
determinado que genere la arquitectura, sino que se trata de una interrelación
de muchas actividades que se fusionan de una manera, en la que no se puede
determinar si se trata de un campo o de otro. Aquí, por ejemplo, no se sabe
muy bien si es un proyecto comercial o un proyecto municipal". Agitador
cultural, se le ha considerado un arquitecto interesado por el concepto más
que por la construcción. "Me sorprenden las discrepancias en el mundo
del periodismo sobre lo que realmente ocurre, porque hace a lo mejor cinco
o diez años sí podía ser cierta esa visión de una arquitectura más conceptual,
pero hoy en día esta distinción es totalmente irrelevante". La arquitectura
contemporánea se desarrolla sobre el fondo de las enseñanzas del Movimiento
Moderno. "Es una cosa que dijo hace siete o diez años. En una década
ha habido una progresión muy grande. Habría que preguntarle si aún sigue
siendo su postura", apunta. Y prosigue a propósito de la posible influencia
de Le Corbussier en su obra de Oporto: hay que romper con una línea
que viene del pasado, tanto de manera material como del concepto; si no
hay que usar el hormigón o el acero porque lo utilizaba Mies van de Rohe.
Se siente orgulloso de seguir esa continuidad con el pasado, además
de aportar nuevas cosas a esa continuidad.

* Sobre la dialéctica urbana de conservar o innovar, Koolhaas rechaza la disyuntiva: "Al preservar un edificio muchas veces se cae en la falsificación. ¿Hasta qué punto alguien intenta reinterpretar una obra antigua y no da una imagen falsa de esa historia? Al mismo tiempo, intento ver cómo la degradación de esa parte histórica puede ser una nueva manera de interpretar y observar la arquitectura. La decadencia puede ser una forma de interpretar la arquitectura".

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