martes, 28 de abril de 2009

Los mundos de Arno Wołica (1)

Arno Wołica nació en Koszalin, el 8 de mayo de 1957. Koszalin es una ciudad polaca, al noroeste del país europeo, enclavada en la voivodia de la Pomerania Occidental, capital del ditrito de Koszalin, cerca del Mar Báltico y el río Dzierżęcinka. Tiene más de 107 mil habitantes. Wołica pertenece a una familia de judíos ortodoxos de Lebork, desplazada más tarde hacia Koszalin por motivos religiosos. De padre tornero y abuelo emigrante de Lituania a Polonia para enseñar metalmecánica, el joven Wołica desarrolló su educación en plena época de Zbigniew Brzezinski. Fue miembro activo del sindicato comandado por Lech Walesa, Solidarnosc, desde 1978 hasta 1983, año en que abandona los estudios de ingeniería, que había comenzado dos años antes, y se concentra en escribir literatura: en primer lugar, canciones pasatistas, por encargo; más tarde, su propia poesía. También se convierte al catolicismo, que lo lleva a un enfrentamiento sin escala con sus padres. Durante una breve estancia en Cracovia, en 1987, conoce a Anna Tebriewicz, con la que tendrá más adelante dos hijos: Krzysztof y Kazimierz.
Durante la fase más creativa, Wołica publica tres obras fundamentales: "Minut konto", de 1987, "Poezija plus", de 1989 y "Czasopismo indeksowane", de 1990. Sobre este último, el gran poeta Zbigniew Herbert aseguró en su momento: "Pocas veces pude sentir, más allá del Holocausto, un terror tan visceral, tan profundo en lo humano, como en algunos pasajes de este nuevo libro de Wołica. ¿Acaso un poema suyo invierte los resortes de la amenaza? No lo creo: los triplica. O mejor: ¿puede ser un poema la arbitrariedad más convincente de un departamento de niños perdidos? Siquiera en la época de Tucídides existía semejante precisión. Wołica conoce cómo funciona el reloj que elabora el tiempo interno del lector. Así como captura la atención, también nos expulsa a voluntad. ¿Quién no quisiera tener ese maravilloso poder?".
Entre 1991 y 1997, Wołica publica teatro para niños y dos libros de ensayos, de decisivo impacto en la nueva corriente de género, sobre todo en el círculo de Poznan, donde Wołica es contratado para dictar un seminario sobre Producción y literatura cosmopolita. Aquellos dos libros serían reunidos más tarde en un solo volumen, con el nombre de "Eseje o mechanizm", de 1996.
En una segunda parte hablaremos sobre este último tomo de ensayos y sobre su producción lírica hasta hoy.
Esta es la primera entrega sobre la poesía de un escritor centroeuropeo secreto, Arno Wołica, cuya obra, hasta hoy (catorce libros), es la muestra más certera de cuánto más pequeño sería nuestro mundo sin un poeta semejante.
Seguido, algunos de sus poemas.



M.A.



Arno en Pogórze, después de escribir Przy ostatnim ("En los últimos").
Invierno, 1997.


En los últimos


Se le notaba en los hombros
en la mitad del cuello
las arrugas
profundas

Empezaba a pensar
"quizá no llegase"

porque ahora fue sencillo
llevarse un pañuelo doblado
bajo los lentes
después quitárselos

Las arrugas
cada vez y más
profundas
y un pozo un charco
un depósito alfombrado

Bajo la luz del foyer
veía su rostro impresionado
y la decepción

"No sería mala idea
mandar todo esto
a la tumba
con los muertos"

Fuerza mayor
Que nuestra vida está determinada
por una "fuerza mayor"
Tenemos el derecho a decidir
para que dependan de las coincidencias

Cada día trae un problema
a ser resuelto y con ello
tomar una decisión

Ni siquiera saben
cuánto da un lugar
más allá de los efectos
secundarios
Arno Wołica. Poznan, febrero de 2009.


Como dije


La diferencia que los separa
no es tan grande como creen
pero ¿quién no hecha de menos
las cacerías y así sucesivamente?

¿Quién dirá -como Szymborzka-
"me libré de milagro"
yendo de vacaciones
"a un hotelito de montaña"?
Lo que existe avanza
como un glaciar
es futuro y tan pequeño
lo mismo que los dípticos
del medioevo Lo que existe
tiene que existir

Y como dije
el activismo será un fiesta
para los ojos
un fatalismo
de estructura mediana

Esa es la diferencia
que los separa cuando regresan
repletos de escepticismo
y con sus muebles atiborrados

Ellos mismos no pueden
ser más modestos
que una mancha de chucrut


Ciudad de Koszalin. Polonia, 2009.


El traidor


Haber podido salvar al hombre
Ahora váyase
Prepárese
Un poco más de respeto

Hay que tener más imaginación
histórica pero aquellos poderes
siempre resultan falsos

¿Alguien sabe en qué
me convertí? Seguiría
siendo eso
en lo que respecta a mí mismo
a mi soledad

Las estaciones La nieve
El viento El tiempo

Perros y gatos salvajes
vagaban por Koszalin

Dogmus


¿No es así como se comportan
los recuerdos bajo la ducha?

En una barca por las aguas
ya estancadas del río hay una vida
Insectos camino de las orillas

El anochecer las tinieblas
el momento donde las cosas
comienzan a obedecernos
Soy un doctrinario
Las ideas se impregnan
de un rocío que rellena
a veces los mismos huecos

Gris en la persona
indicada
sin ser tan útil
en una crisis

Este allegro no es nada
No se podía sino estar
fuera de servicio

Después volvió a paralizarse
junto a un pedazo de muro
con lamparones
Basta saber que estaba
de acuerdo
El viaje podía durar semanas
Pero aquello no se puede contar

El ejercicio limita la cantidad
de adjetivos con que se construye
la memoria

Sabía tan poco
de una generación
posterior


Primera edición de Poezija plus, segundo libro de Wołica. 1989.

domingo, 26 de abril de 2009

"Música de consultorio odontológico"

La cosa es así: todo parte del minuto 5, del video de Keith Jarrett, en el Festival de Jazz de Umbría 1974 -http://livemusic.videosift.com/video/Keith-Jarrett-Umbria-Jazz-Festival-at-Perugia-Italy-1974- que alguna vez colgué en este espacio, pero que igual me acompaña en algunas oportunidades. Esta es una. Estaba trabajando en la radio de la Universidad de La Plata, escuchando esta obra magna de Jarrett. Porque sí, porque es increíble como toca (no refiero a la velocidad, sino al tiempo interno, a la mecánica de la emoción, a la deriva, como se decía antes, a eso que nos transforma en personas banales cuando sentimos cierta opresión inconfesable por sucesos de dimensiones igualmente banales). Nadie lagrimea porque Mary Ingalls quede ciega (el mal moderno no se apiada de los hechos reales, sino de los efectos reales de episodios ficcionales), porque sólo nos conmovemos por esa música de fondo que crea un escenario distinto del que miramos, en ese caso, por la televisión.
Uno se observa, ya se sabe hasta el hartazgo, cuando cualquier expresión artística nos devuelve una molécula de sentimiento. Sin embargo, las emociones que fueron soltadas para repoblar el sentido, en algún momento pierden su vigencia. Es como escribir a solas. Pero bien, en fin, qué se puede decir.

Decía que escuchaba a Jarrett en Umbría, 1974, cuando aparece en el departamento Informativo de LR11 una productora de un programa, atraída por la música. Lo que le atrajo no es la gloriosa manera de interpretar de Jarrett, sino esa manera de escuchar que tiene esta mujer, una forma burocrática de meterse en las antípodas del lenguaje musical. "Parece música de consultorio odontológico", dijo la mujer, algo así como música funcional, música de sala de espera, fórmulas de la antesala quirúrgica. Qué manera de proponerse fuera de la piel. Y qué forma también de anunciarse lejos de ese redondo plantel de escuchas, subsumidos por la música de un piano, mientras un televisor sin volumen dividía su pantalla entre la previa a las elecciones de junio y la proliferación del dengue en territorio chaqueño. "Música de consultorio odontológico". No miento si sentí enojo, pero por causas bien distintas al mancillamiento del gusto propio. En definitiva, no se pueden buscar coincidencias en vidas diferentes. Sin embargo, cuando escucho la Parte I del concierto de Umbría, y preciamente en el minuto 5, uno se dice a sí mismo si no vive un tiempo contrariado por la subjetividad. Tal vez, la actitud de pauperizar la pieza de Jarrett convirtiéndola en zumo de ambiente, no es otra cosa que aquello que Derrida aplicaba a Nietzsche, es decir, "la indiferencia activa de la diferencia". Y por eso, esa manera risueña de separar del núcleo de escuchas aquello que sienten como propio (es decir, el piano de Jarrett), es una forma más de rencauzar el disgusto por quienes adminstran la paciencia. Cuando se califica sin comprender qué cosa se halla oculta en la percepción de tres almas degustando un momento de intensidad semejante, lo único que se atina a decir es eso. Eso. Sólo escuchen. Después me dicen.

martes, 21 de abril de 2009

El rincón de Tomaž Šalamun

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Esperemos


qué estás vistiendo
estoy vistiendo pantalones verde oscuro de corderoy delgado
botas negras y un suéter
qué pensás de la física
pienso que la física es una ciencia extremadamente interesante
yo podría ser un físico si quisiera
quién es tu novia
Maruška Krese
qué hacés con ella
primero le digo Maruška bebé
que quito mi amor
luego la saco de una patada porque tengo que trabajar
entonces no sabés cómo crear armonía
entre el arte y la mujer
no
pensás que esa es la razón por la que los artistas tienden a ser melancólicos
es posible
cómo va a terminar todo
terminará en matrimonio
muchos niños
por qué
porque soy judío
qué tal la homosexualidad, no te intriga
no al principio me intrigaba
enterré y dejé a dos muy buenas mujeres
luego me acosté con un hombre negro
dónde sucedió esto
en Roma
cuál era su nombre
Kirk
así fue como usaste tu beca del gobierno
exacto
una beca del gobierno bien usada

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Fe


La preciosa boca de cobre.
Oculto, ahora escondo mi cabeza en vos.
Y sólo tengo una sensación de color blanco.
La costilla de Adán que se hizo.


Acantilados, la forma en que se derrama a chorros.
Azul, la manera en que te quemas.
Atentamente, sueño y hambre.
A usted estoy abrazando.

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Me cansé


Me cansé de la imagen de mi tribu
y emigré.
Con largos clavos
me sueldo los miembros del cuerpo nuevo.
De trapos viejos serán las entrañas.
La pútrida capa de la carroña
será la capa de mi soledad.
Me extraigo el ojo desde lo profundo del pantano.
Con las planchas carcomidas del asco
levantaré mi barraca.
Mi mundo será un mundo de bordes agudos.
Cruel y eterno.


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Tomaž Šalamun (Ljubljana, Slovenija, 1941)
Obra poética: Póker (1966), El propósito de la esclavina (1968), Peregrinaje para Marupka (1971), La blanca Itaca (1972), América (1972), Arena (1973), El halcón (1974), Turbinas (1975), Imre (1975), Los druidas (1975), Fiesta (1976), Estrellas (1977), El método del ángel (1978), Tras las huellas de la salvajina (1979), Máscaras (1980), Balada para Metka Krapovec (1981), La voz (1983), Soneto de la leche (1984), La medida del tiempo (1984), Soy realidad (1985), La herida viva, el jugo vivo (1988), Ambar (1994).

miércoles, 8 de abril de 2009

El pronóstico de oscuridad (VII)


Paso al costado


Le decíamos “el conejo”.
Por los dientes, y su talento
de criar hijos no concebidos.

Cuando hablaba, cuánto aire adicionado en un silbido, lejos de percatarse por el affaire de los pulmones.

Cantaba Ya no vendrá el fin del mundo, un viejo poema de Czeslaw Milosz aprendido hasta el hartazgo, y ejercitado en los sanitarios de una casa que supo enseñar ajena. Apenas rodeó la idea, fue ese segundo soñado en el que siempre quiso dar el paso al costado.

“El conejo” prendía velas a sus santos, ocultos en una masa de pan esperando levarse. El aroma de esos panes donde debiera haber sólo crecimiento perentorio.
Mejor guardar silencio sobre lo que se está haciendo.

Feraz.
Oryctolagus cuniculus.
Completo el quidest.

La orgía del barroco, dice Zagajewski.
Los intestinos de Europa en Argentina.
Una revelación


I.

El quid: encender todos los colchones, sólo con la idea de obtener calor del sacrificio.


II.

¿Tiene sentido resistir con un precinto en la boca, y creer con ello que la verdad revelada es la que se encuentra en vías de solución?

Después de los aplausos, las manos se escaldan.
Aún es posible ser indoloro.
III.

El pavorreal cree que menea el cogote, una vez talada la voz.
Sin embargo, su disfraz de Día de Acción de Gracias también se desgañita por una nación que no consume el relleno de esas aves.

IV.

Esto es lo que vi, nada especial, apenas el desenlace natural por haber querido terminar con todas las moscas del Círculo Polar (concebidas por el insomnio en un poema de Charles Simic).
Insectos que entienden del frío como las arañas del veneno, los automovilistas las multas, los matrimonios su límite visible.

The adjustment

Decía James Schuyler: “La pasión, claridad y velocidad que salen de John Button, libre para ocuparse del cielo, el agua y los árboles en su color azul y verde, dan a sus pinturas la fuerza de un vistazo, en la que una gran cantidad de detalles sin ser discriminados, siempre son inminentes.”
Y después: “El ajuste de los valores de color a otro es tan impresionante como la continuidad cinética de un ballet Balanchine (como un Concierto Barroco), en la que no haya pasajes transitorios, o bien, uno en el cual se involucre a toda una transición”.
Pequeño catálogo de Vogel (más Schwitters): critica James Schuyler


I.

"En cuanto a la letra -pequeña-, Vogel (1923), nada más una etiqueta, y algunas más confeccionadas en papel azul.

Es evidente que la casi totalidad de las escuelas trabajan productos que pueden deslizarse en silencio, otra vez, en la niebla".


II.

No es cierto decir así Schwitters. Así, como una nota en el catálogo, y a pesar del pequeño formato habitual de las imágenes que son monumentales.
Más información: puede ser de ayuda un collage que dice, entre otras cosas, el mensaje emitido, o nada fantástico. Es divertido de una manera en que es muy malo para el New Yorker. Pero no es, y más aún con relación a su genio creador: el don de hacer".