jueves, 4 de octubre de 2012

Habráse visto después de todo

Gracias a Vox, ya está en librerías Géminis, un libro muy laburado y muy querido. 




Fragmento del primero de los cuatro poemas largo, llamado Faro Recalada



El primer paso en la descripción del silencio,
es el uso del silencio mismo. Todo creador
piensa tomar parte de una pieza como esa.
A quién no le gustaría ofrecérsela a Muzak.
Again. Cage cree en una pieza silenciosa
como parte de una crítica social del gusto
musical pre-cultivado, o del positivismo
del arte a través de la industria musical
y el mundo del espectáculo. A todo esto
se le llama evidencia, porque al volcarse
en su temprano perogrullo, pierde su primera
humedad y reseca. Una intuición teórica
acerca de la naturaleza práctica del sonido,
en “Forerunners of Modern Music”.
Sea: el sonido tiene cuatro características:
altura, timbre, intensidad y duración;
tiene un opuesto y necesario coexistente:
el silencio. De las cuatro características
sólo la duración concierne a sonido
y silencio. De este modo, una estructura
basada en duraciones es apropiada
y se corresponde con la índole del material.
Mientras que la estructura armónica no es
apropiada, ya que deriva de la altura, ya que
en el silencio aquella no existe. Cage, 1961.

Por un momento supuse que volvería
a la calle 55, o a la zanja (y no “la musiquita
del carrito de helado de los nicaragüenses”);
o bien al contratiempo, bien entrada la conmoción,
y así volverla hacia un eje del que aferrarse
en instantes privados de gobierno. Ni siquiera
eucaliptus y menos vainas de algarrobo,
donde una mordedura al garete lograra
su primera sensación post-púber. Cuando
las muerdo consigo ese aroma que favorezca
la fragancia, cualquiera, si apenas discernible.
Se necesitan dos para el tango, un baile
de semejanzas que autopropulsa cierta
unificación de los cuerpos, y allí es adonde
vamos. Existe un incipiente agobio entre pares
que se anuncian retractiles y acompasan
un mundo pleno de incertidumbres, como
un choque de traillers en una ruta interprovincial.
El espacio es contable, pero no otorga dividendos.
¿Hay asunto más austero que la brisa marina
(Mallarmé) y su corrosión sobre las cosas?

Se observan, se palpan los muslos clavados
en las esterillas, dejando que un tatuaje
reticular, espontáneo, sea efímero como
la descomposición del día en aguacero.
La industria del servicio rápido apela
a elementos alternos, y un esmalte
de Meissen será despachado en serie
de remates, por billetes de baja denominación;
el que apunta alto queda con agua entre los dedos.
Conque esa teníamos, y a todos sorprende
la evolución del dinero en cápitas. Habría
que aclarar los tantos, pero el polvo pédico
impide una conversación fluida, y cada uno
de nosotros coincide con cierto momento
de la rotación de los ejes: el mundo invade
en moléculas sólo un tiempo y sin embargo
no limpiaste con esmero tus pezuñas.