martes, 5 de febrero de 2008

Turismo a la Arteca

Gustavo Alberto Arteca es profesor e investigador en la Laurentian University/Université Laurentienne, de Sudbury, Canadá. Vive en ese país desde 1986, egresado con excelentes calificaciones en la Universidad Nacional de La Plata. Su esposa es Naomi Grant, bióloga, canadiense, de raíz británica. Ellen Melian y Damián son sus hijos y mis sobrinos, de Canadá. Tienen una gata, Morwen, y un perro, Mío. Todos son hinchas de Gimnasia de La Plata, lógico. Lo que sigue es un mail, de los muchos que envía, a su sobrina Olivia, que extraña a tíos y primos por idénticas razones que las mías, pero en reversa. Un ejercicio rápido: el rostro del profesor Arteca es reposado, seguro de sí mismo, con la confianza que le dan los años, más de veinte, fuera del país, pero con las dificultades adquiridas por su tierra de adopción. El gesto de Gustavo delata que el frío es uno de sus grandes amigos; el calor, su enemigo. Le gusta el turismo contemplativo; leer, escribir, investigar aquello que por visto muchas veces pasa desapercibido. Si se fijan bien en la pupila (habrá que hacer una abstracción más: está en la currícula), aún le quedan rastros de una personalidad que eligió provocarse un ataque cuasi asmático, para no hacer el servicio militar con los asesinos de los 30 mil. Como Lear, traspasado por el ojo de Aira, Gustavo descubrió que los números rimaban, y que aquello que suponíamos aburrido hasta el congelamiento era en verdad un verdadero y definitivo suceso estético. Esa mirada dice que un día escribió, a los 10 años, o 9, un libro a mano sobre una persona que estuvo tres días sin zapato, y otro sobre unos caballeros en la Verona renacentista, a la caza de un tremendo tirano de origen desconocido. Sus ojos lograron darle forma a la invención de tres países (uno suyo, otro mío, y un tercero de mi hermano Raúl), a partir de la cartografía improvisada que dibujara una serie de lajas partidas, en un casa recién habitada, allá por 1968. Le gusta trabajar con objetivos claros, pasar meses en Uppsala elaborando proyectos con colegas competentes, y le disgusta sobremanera el desperdicio del tiempo cuando hace falta ocuparlo. Le gusta amar, ser amado, disfrutar de aquello que no tiene retorno: la naturaleza. Algunos de sus trabajos: "Stress-induced shape transitions in grafted polymers with transient knotted loops"; "Comparison between a generalized electronic diabatic approach and the Born-Oppenheimer separation scheme in inertial frames"; "A measure of folding complexity for D-dimensional polymers". Le gusta leer poemas de Anne Carson, Al Purdy, y comparte algunos momentos de Roger Nash, aquellos de su libro Settlement in a School of Whales ("Asentamiento en un cardumen de ballenas"), o también entrometerse con Irving Layton, aunque asegura que su poesía es algo convencional, pero igual de bella. Le agrada obsequiar libros a su hermano que escribe. Gustavo es un científico (Departament of Chemistry & Biochemistry) que conoce la poética de Robert Dickson. Además es mi hermano, una persona excelente, muy humana, y escribió las líneas que siguen (la primera en enero de 2008; los fragmentos de las otras, en tiempo más lejano), sin ñ, como corresponde al teclado del norte:
"Hola Oli!
Cómo estás? Espero que hayas pasado un lindo día de Reyes y empezado bien las vacaciones. Aquí estamos otra vez con frío y nieve, luego de varios días de algo menos de frío y algo menos de nieve. Así es la cosa aquí; pero ha salido el sol, y eso se celebra.Te estoy enviando algunas fotos para que veas a Damian y Ellen en sus cumpleanyos, jugando al futbol, leyendo a las hijas de unos buenos amigos nuestros que viven en Quebec (las nenas se llaman Hanna y Claire).
Otras fotos son el barrio en otonyo (la casa que se ve queda casi detras de la nuestra) y los arroyos y bosques de cerca de nuestra casa. Tambien hay fotos de las vacaciones en la tierra de los Artecas, la provincia de Salerno en Italia. Luego te voy a enviar otras para que veas cómo es... y te contaré la historia increible de cómo nos quedamos encerrados en un castillo medieval en el medio de una montanya en la noche! Turismo a la Arteca...
Bueno, besos muy grandes y contame más de tus cosas.

Te quieren Tía Naomi, Ellen, Damian y Tío Gus".
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"Me gustaría que nos visitaran aquí en Canadá; tenemos muchisíma nieve ahora así que está precioso para jugar afuera.
Tus primos son especialistas en tirarse en trineo por las colinas del barrio".
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"Por aquí estamos todos bien, y anoche celebramos el cumpleanyos de Naomi con otra victoria (ahora internacional) del Lobo. Parece que traemos suerte; ojalá cumplieramos anyos una vez por semana. A vamos por la hazanya y a ver si logramos rapinyar otro punto en Brasil! Saludos de todos nosotros!un abrazo fuerte, Gus.
Ps: te paso aqui una foto de Uppsala que tomé en enero, por la callejuela porla que bajo a casa todas las noches en bicicleta (la calle se llama "Valvgatan" = "la Calle Boveda". Tal vez la reconozcas de una escena de "Fanny & Alexander", de Bergman. La foto junto al río es del viejo molino "Akademiska Kvarnen", que ahora es un museo. En la pelicula era la casa del pastor protestante que tortura a los chicos. La ultima es de una colina en Estocolmo que es la favorita de los chicos, pues imaginan que el edificio es la residencia del mitico "Castillo del Ladrón Negro" (una historia que Damián invento a los 5 anyos). Queda en la calle Bellman, el poeta nacional del siglo XVIII; si querés conocer alguien que rompe los estereotipos del sueco, fijate su historia. Un borrachín de bares con una intensidad de vida casi latina, el Horacio Guarany del Norte. Nos vemos!"
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Damián, con la casaca del Lobo, y Ellen Melian, feliz. Sudbury 2007.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

querido Mario, esto confirma que, de seguir esto así, la de Gimnasia y Esgrima será una "hinchada en el exilio"...

Mario Arteca dijo...

Claro...