martes, 5 de febrero de 2008

New Thing to Charles Simic *

El mar devuelve a la playa gris la cabeza centenaria de la muñeca de china. A uno le gustaría conocer la historia. A uno le gustaría inventarla, inventar muchas historias. Ha estado tanto tiempo en el mar, los ojos y la nariz se han borrado, su desvanecida sonrisa está aún más desvanecida. Al caer la noche, a uno le gustaría verse andando por la playa vacía e inclinándose hacia ella.

_________

La piedra es un espejo que funciona mal. Sólo hay en ella penumbra. Tu penumbra o su penumbra, ¿quién puede decirlo? En el silencio tu corazón suena como un grillo negro.
_________
Se acerca el tiempo de los poetas menores. Adiós Whitman, Dickinson, Frost. Bienvenido tú cuya fama jamás llegará más allá del círculo familiar, o quizás a uno o dos buenos amigos reunidos después de cenar alrededor de una jarra de fuerte vino tinto... mientras los niños se adormilan y se quejan del ruido que haces al escudriñar por los armarios buscando tus viejos poemas, temeroso de que tu esposa los hubiera tirado en la limpieza de la última primavera.
Está nevando, dice alguien que ha atisbado la noche oscura, y entonces él, también, se vuelve hacia ti cuando te dispones a leer, de un modo algo teatral y enrojeciéndote, el largo y divagante poema de amor cuya última estrofa (desconocida para ti) se ha perdido irremediablemente.

A la manera de Aleksandar Ristović
_________________________________

El hombre muerto baja del cadalso. Lleva su cabeza sangrienta bajo el brazo.
Los manzanos están en flor. Él sigue su camino hacia la taberna del pueblo mientras todos miran. Allí, se sienta a una de las mesas y pide dos cervezas, una para él y otra para su cabeza. Mi madre se frota las manos en el delantal y le sirve.
Hay tanto silencio en el mundo. Uno puede oir el viejo río, que en su confusión a veces se olvida y fluye hacia atrás.
________________________________

* Textos pertenecientes a El mundo no se acaba y otros poemas, publicado DVD ediciones, Barcelona, 1999.
Charles Simic nació en Belgrado, Yugoslavia, en 1938. Toda la infancia de Simic estuvo marcada por la Segunda Guerra Mundial, y por la ocupación nazi de 1941 a 1944. La separación de su familia terminó cuando pudieron mudarse a Nueva York, en 1954. Desde entonces Simic adoptó la lengua inglesa y toda su poesía está escrita en inglés. Desmantelando el silencio, El mundo no se acaba (con el que obtuvo un Pulitzer en 1990), Hotel Insomnia, y Paseando al gato negro, son algunos de sus títulos más reconocidos.

No hay comentarios.: