jueves, 11 de junio de 2009

Los mundos de Arno Wołica (6)

Algunos apuntes sobre Spektakl w pełni księżyca. Traktat Licantropía (El juego de la luna llena. Tratado de licantropía). Decíamos que este libro ambicioso (sólo comparable a Zettel Traum, de otro Arno, pero Schmidt) presupone una obra consumada, y un punto muy alto en la carrera literaria de Arno Wołica. Esta obra, decíamos, se construye en un doble movimiento entre el ensayo y la lírica.
Magnus Wołica, famoso velocista polaco, a punto de obtener la medalla de oro europea de los 500 metros, en Lwow, en 1999. Obsérvese el grado de progresión de la enfermedad genética de su familia. La tragedia siempre fue un signo en los Wołica. Magnus se reportó, cuatro años más tarde, como desaparecido, mientras viajaba en avión hacia una competencia en Portugal. Hasta el momento nada se conoce de su paredero.
Lo notable del caso es que los poemas que comprenden la segunda parte poco y nada mantienen relación al trabajo sobre licantropía, y es por eso que podemos observar esos textos, como una manera de exorcizar los efectos del malditismo reverencial que Vukodlak propone como eje gestáltico de la familia Wołica. Los textos poéticos trabajan, eso sí, aquel destino ambulatorio de los Wołica, narrado en la anterior entrega, y la mirada del poeta que irá recogiendo en esos devaneos del exilio interno, la vida de los seres de Koszalin aquejados por la miseria y la soledad. Estas son enfermedades de la realidad que nuestro autor emparenta a la condición de su familia como un clan despreciable y estigmatizado por sufrir, generación tras generación, de una extraña mutación pilosa. En la serie "Downtown" queda patente la mirada desoladora de Wołica:


Downtown 1

Me doy cuenta
de la precariedad
de mi posición
No vivo en ninguna
parte Voz y voto
para esta pequeña
comunidad


Downtown 2

Que hablen Que nos ayuden
Tuve que gritar que no
Un no desde un sí camuflado
Un arsénico difícil de digerir
porque aún como esas manchas
de roña no existe la hora
en que todo huele
a moho orina y vejez
en ese orden

Y aquellas casas
son el derrumbe
Tienen branquias
tragan aire
con la voracidad
de un pez extinto
atrapado en la red

Downtown 3

Llueve en Koszalin
Las llantas de los autos
son la pandemia del fracaso
No se le puede echar
por siempre la culpa
al tiempo Acababa
de contemplar unos frescos
de Mabuse y a pesar
de eso no supe decir
nada verdadero
Hay regalos tan frágiles
que se hacen polvo
en cuanto los entregamos
a terceros


Downtown 4

Por segunda vez había doblado
a la izquierda Delante
de esas esculturas atléticas
se levantaban unos caseríos
Por todas partes las momias
de vagabundos acorralados
por el frío
envueltos en periódicos

Térmica de un grado
Fila de ancianos
hacían de lo poco estable
una muralla de papel japonés

Una camisa negra a lunares
y mi sombrero ladeado
infectado de lamparones

Ella y yo teníamos
la mismas gotas de sudor
cubriendo las mejillas
Más allá de esta descripción en cuatro series de la vida en los suburbios de una ciudad a orillas del Báltico, Wołica consigue en otro poema, "Maremoto", traducir la sensación de inestabilidad emocional en un pequeño tratado de ironía finisecular:

Quizá recuerdes mis bromas
No era lo mismo quererse
en una playa o una cabaña
rodeada de arroyos
que esta ausencia de nieve
que nos obliga a vivir
la misma vida ¿Es esa
la carga que te echas encima?

Parece que hemos llegado
Mientras giran las pantallas
de TV dejo de hablarte
Esa es la carga
que te echas encima

Parece que hemos llegado
cuando pides que te siga
En el fondo más allá
de las formas estás haciendo
lo que todos esperaban
que hicieras

Hace un frío húmedo
y el aire contiene millones
de gotas aterradas
En eso estás quitándote
el maquillaje La novedad
se perdería si te lavaras
los dientes

Ahora camino sin prisa
con los puños cerrados
Algo me dice que aún
sos la misma promesa

Hasta aquí algunos de los poemas de El juego de la luna llena. Pero para analizar la construcción sinuosa del ensayo sobre licantropía, necesitaremos por lo menos una entrega más. Estamos hablando de uno de los textos más irreverentes del pensamiento moderno europeo. Recordemos las palabras del filósofo esloveno Slavoj Žižek, ni bien apareció esta obra, editada por la casa editorial de Koszalin, Azot, y reeditada tres años después por el sello de Ljubljana, Dušik: "El universo de realidades alternativas de El juego de la luna llena es cuidadosamente ambiguo. Por un lado, nos dice que vivimos en el mundo de realidades en las cuales un destino siempre conduce a un final catastrófico; por el otro, el texto de Wołica nos asegura que, de acuerdo a la época, podemos retornar sin memoria al punto de partida, y lejos de hacer otra elección que implique reiterar un error suicida. A veces, nos enseña Arno Wołica, puede hacerse lo correcto variando los acontecimientos".

2 comentarios:

C.E dijo...

Je, contradictorio Arno. El pariente desaparecido en el avión, ¿no se habrá vuelto pelusa? Capaz que así lo perdieron de vista...como no tira ninguna hipótesis, Arteca...

Mario Arteca dijo...

Querida Cecilia, como sabrás Arno es un escritor en exceso confuso. Los parientes, ni hablar. Ahora bien, ¿no enterneció la imagen de Arno beodo y de Arno bostezando, en la parte 5 de las entregas? Yo aún estoy conmovido. Tiemblo. Dos besos.