lunes, 5 de octubre de 2009

El sentido cívico o cómo el rabino Bergman ataca de nuevo

אחת

No quiero reiterarme hasta el hartazgo, pero así son las cosas. Alguna vez dije que el rabino Sergio Bergman es el verdadero jefe de la oposición. Lo suscribo again. Y mañana ejercerá ese rol cuando estigmatice el sentido común, ya vapuleado, en contra de la Ley de Medios Audiovisuales, en una convocatoria amplificada por los medios que suele defender el rabino, cada vez que Elisa Carrió regresa de sus retiros espirituales. El rabino Bergman no actúa solo. El rabino Bergman comparte el spa con Elisa. Para Elisa. Temo que el rabino Bergman haga circular en la marcha de mañana hacia el Parlamento, ese pobrísimo (intelectual, de segunda mano) Glosario Cívico, que está enchinchado en su página como si fuese la construcción axiológica de Husserl, o mejor, de Martin Buber. Pobre Buber, de haberlo sabido, sus pestañas se hubiesen quemado con otros fines, y no el de propagar la especulación improductiva del sentido plural de los individuos. El rabino Bergman confunde el sentido común con la democracia y el derecho a opinar con la libertad de expresión. "Nos transformamos a nosotros mismos en plena conciencia", dice el super-rabino en el tópico berreta de su glosario, titulado "Conciencia cívica". Vean el video. Es una especie de Resumen Lerú sobre el pensamiento emersoniano. La diferencia es que a Emerson se le ocurrió hacer una filosofía sobre el conocimiento del propio yo, y en cambio a Bergman se le ocurrió construir un yo que equivalga a una filosofía del sentido común. El rabino Bergman cree que la democracia es la base de una filosofía que parte del conocimiento de sí mismo. Ya lo pensó Barylko, y no sobrevivió para contarlo con lujo y con detalles. Y justamente por eso, Sergio Bergman afirma que tener conciencia "es asumir que la realidad se transforma cuando nos transformamos nosotros mismos a plena conciencia". Obsérvese la ligereza (pobreza) del pensamiento donde otros buscaron estructurar un concepto más abundante respecto de la conciencia. Pero desde la ciencia política el término conciencia cívica sugiere ser el órgano que establece el derecho a la igualdad natural, "al ser expresión de la voluntad general del cuerpo político". Y para que esto siga teniendo sentido, debe haber respeto y apego a la ley. Lo que se escuche mañana, suponemos, no tendrá nada que ver con esto. Allí podrá develarse una extraordinaria contradicción en el corazón de una sociedad: el derecho a peticionar no otorga el derecho a acumular peticiones. Nuestras madres decían lo desagradable de un niño señalando a un adulto. Con el tiempo, aquellos niños se verán liberados del reglamento familiar, e incluirán nuevas formas de apuntar en el nombre del Padre. Es lo que el super-Rab llama "trazabilidad cívica", o en un lenguaje más pedestre, apretar al ciudadano. La "trazabilidad cívica" es, para Bergman, "auditar amigablemente al habitante que se convierte en ciudadano para registrar y darle respuesta, contención y seguimiento a sus actividades".

שתיים

Pero lo más preocupante es la tercerización de dos apotegmas de la permeabilidad del pensamiento democrático: el bien común y el sentido común. El primero se vincula al deber de toda organización de poder llamada gobierno; el segundo, está más emparentado con el haber en democracia, si destacamos que en toda expresión plural de la sociedad, quien no tiene sentido común, pierde el sentido. Para Platón, el bien común es aquello que "trasciende los bienes particulares"; además apunta a que la felicidad debe ser, hasta cierto punto, independiente de la felicidad de los individuos. El rabino Bergman sale del spa cordobés con la Niña Santa y olvida la independencia de opinión para resolver la felicidad de las almas particulares. No todo proceso colectivo se mide en cantidad de manifestantes, sino en la capacidad de llevar adelante la gestualidad de la protesta. De ese gesto se encargará la televisión. Habrá una narrativa acorde a la manera de enfocar y, como la literatura (mucho más el cine), también se conoce hasta el último resquicio de funcionamiento de la opinión pública.


שלוש

El rabino Sergio Bergman debe haber sido un tomista encubierto, una especie de Jacques Maritain en un kibbutz menemista. Para Maritain, la persona "...posee una dimensión trascendente a todo lo material. Así es que el Estado que incluye en sí mismo a los individuos, ha de tener como fin a la persona". Esto suena excelente si no fuera porque esa corriente filosófica proponía una particular mirada del individuo. Esa corriente afirmaba que el hombre "no está totalmente ordenado a la sociedad política, por cuanto es en sí mismo y por cuanto hay en él". Es lo que Emmanuel Mounier llamaba "personalismo". Y el rabino de la oposición es un tomista del personalismo. Recuerdan cuando Rab decía: "A algunos sectores no les importa que tengamos seguridad. Sólo se ponen a llorar delante de los micrófonos (...) Algunos sectores quieren sacar lucro político de la inseguridad; dicen que tienen proyectos, pero no los presentan".

Esto lo dijo en marzo de este año, y lo dijo ante una multitud, y allí denunció que la Casa Rosada tenía su Nerón, etc. La inseguridad dejó de ser parte primordial en una agenda de transición (como diría Macri), y a Rab ni le interesó un rábano hacer el seguimiento de los múltiples planes de seguridad que jamás se presentaron en estas elecciones. Sergio Bergman es un rabino bastante conveniente: recuerda lo inmediato como pasado y olvida el pasado como posibilidad de futuro. El rabino Bergman sigue en el spa con la ex líder de la oposición. El rabino Bergman cree que la libertad de expresión está amenazada, pero por razones distintas al ciudadano común. Rab Bergman tiene interés en que el Licenciado Carlos Ick, Director Titular y Miembro Titular del Comité Ejecutivo del Banco de Santiago del Estero, y accionista de esa entidad bancaria y también del Nuevo Banco de La Rioja, siga apostando con su Fundación Cultural Santiago del Estero, la apetencia política del rabino que responde cualquier inquietud ciudadana. El licenciado Ick (38 años) es titular de Canal 7 de Santiago del Estero. Además es Director Titular y miembro del Comité Ejecutivo de EDESE S. A. (Compañía distribuidora de electricidad), Vice-Presidente del Directorio de Mercurio S.A. Tarjeta Sol y accionista de Tele Imagen Codificada S.A. El blog de Bergman recibe aportes de Ick. El rabino está indignado por la posibilidad de que haya una Ley Mordaza para sus negocios.


ארבע

La marcha será nutrida. Para el rabino Sergio Bergman la idea filosófica acerca del encuentro, concebida por Martín Buber, no encierra ningún problema filosófico. Ya no importa la determinación del sujeto con relación al otro, o la posición ética de la responsabilidad, porque vivimos otro mundo, donde personas como Bergman se apoderan del lenguaje común para darle sentido, y promover así una nueva escala de bienes espirituales en democracia. El temor, aquí, es que se configuren nuevos axiomas montados en la idea de un falso pluralismo (por ej: "los delincuentes tienen derechos humanos, y nosotros?"; o sino: "la desigualdad también es un derecho humano violado". A eso me refiero: a la utilización de sentido común como bien común, es un arma de doble filo, y en manos de fieles de la causa -vaya uno a saber cuál- como Bergman, puede tener consecuencias catastróficas. No hay que excusarse, sólo hay que decir que en democracia cada frase vale por su peso propio. No tengamos miedo a desmentir el sentido común.)
Y bien, suerte para mañana. Seguro Bergman nos dará la excusa necesaria para seguir escribiendo sobre su apetencia de ser escuchado. El rabino Sergio Bergman preferiría defender a grupos económicos con tal de garantizar su libertad de expresión. Lo sabíamos, lo sabemos aún más, ahora, ya de regreso del spa mediterráneo, con las ideas ordenadas, siempre ordenadas.

8 comentarios:

pablo dijo...

el rabino berga no le sienta mejor, mario?

te debo una llamada y una visita; la llamada antes que la visita, que es inminente, entrego un libro y viajo y después vuelvo a viajar a otro punto del globo; estoy de viaje, la mejor manera de no extrañar y de que no te extrañen, y de intentar olvidar las cuestiones más urgentes, tan desagradables, que me tienen al borde de otro desplazamiento,

un abrazo fuerte,
pablo

Mario Arteca dijo...

Pablito, gracias por escribir. Llamame a casa o te llamo yo, y coordinamos vernos. Aguantá los chubascos. Mario.

Daniel Camarda dijo...

Mario: El jueves pasado le pedí a Raúl dónde leerte y me pasó esta dirección. Coincido con lo que decís de Bergman. En un post de Crítica Digital escribí que: "...es un tipo que se dedica a inocular pánico siendo funcional a intereses concentrados". (El pánico es el común denominador de aquellos que se creen distintos y confunden lo que está bien con lo que les conviene)

Un abrazo ...te sigo leyendo.

Mario Arteca dijo...

Daniel: un lujo tu comentario. Gracias, viejo, fue bueno verte la otra vez. Espero que sigamos comunicados. Bergman es todo eso que decís y mucho más. Mandame el link donde interveniste, por favor, así leo todo el comentario. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Imbecil, todas la política es una mierda. Digas lo que digas los políticos y las políticas no son la solución del problema, el cambio es cultural, y para dar acceso a ese cambio debemos dejar de crear que la solución la encontraremos afuera. Sos un reberendo pelotudo, jactancioso que cree que te la sabes todas.
Si querés aprender algo, en lugar de leer toda esa basura de filosofía, mirá el documental Zeitghest. Las puteadas son para sacudirte un poco la imbecilidad.
... de nada.

Mario Arteca dijo...

Querido amigo, gracias por escribir. Un apuntecito: "reverendo" se escribe con "v" corta, y en eso tenés razón, el cambio es cultural. No voy a pedirte tu nombre porque no soy ese policía que hay en el tono y en la superficie del rabino Bergman, al que vos, supongo, entendés como nadie. es maravilloso escuchar un discurso que nos contenga. Bueno, eso, sí, que no coincidas conmigo no supone que yo sea un imbécil, ni vos tampoco. Sin embargo, lo llamativo es la manera que tenés de desacreditarte no poniendo en juego ni la mitad de un argumento mediocre. Con los insultos no llegamos a nada, sino escuchá más seguido a Bergman, que no insulta, salvo la inteligencia -una forma de decir; o sino, también, inteligencia en el sentido parapolicial, no?- de quienes lo escuchan. Una intriga: dónde sentiste el tono jactanciso? La verdad es que no lo encontré, pude ser por soberbia. Decime. Ah, y el documental lo vi, sí, ¿y? No te gastes en decirme quién sos porque no me interesa. Qué descanses.

Anónimo dijo...

son tan pateticos boludos e imbeciles mente chata y dictadores como videla no existen buenos para nada que mierda tenes que criticar do ..son mariano ferrreyra...que vivio con los pobres.. muerto por violentos como uds...descalificando acaso no estamos en democracia ..imbeciles..la van de filosofos..porque no se llevan a vivir con ud a un paquero o a un sucio ser humano en situacion de calle en lugar de gastar energia desprestigiando a alguien que dice que hay que poner orden..que se hacen los intelectuales con el nivel de vida que tienen ud s..n

Mario Arteca dijo...

Qué comentario patético. El que sea, tenés una conmfusión ideológica importante. No quisiera estar en tu cabeza, debe ser un infierno. Hablás de Mariano Ferreyra y después te referís a los que considerás marginales como "paqueros" y "sucio ser humano". Por qué no te vas a opinar al blog de Cecilia Pando y te dejás de embromar con los que tenemos ganas de pensar un poco más seriamente, te guste o no lo que escribo, como en mi caso. Que duermas como puedas, con tu confusión patética.