miércoles, 26 de marzo de 2008

Bustos, Miguel Ángel: 1932-?

Óleo único
Ante el enigma que me representa la vida de un instante, la extraña multiplicacíón que une las cosas y los hombres, sólo puedo proceder plantándome justo en el filo de todo, tratar de tomar el bulto irradiante de la existencia con el peso exacto del sonido y el color, construir con mi carne y con todo lo que me es exterior estos murales.
Ante todo ver más allá.
Hacer murales con el alma del hombre.
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Me afirmo en la tierra
Un día seré la ausencia visible de Miguel Ángel
luego mi olvido.
La marca de un pie desnudo sobre el agua.
Un gesto
una espalda.
Pero hoy tengo una médula de fuego.
Una piel extensa multiplicada en mi garganta.
Un puño joven
en el centro de mis huesos
apretándose muy hondo.
En luz
mi frente y mis dedos
como arterias hincadas
en el calor de la tierra dura.
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Monte silencio del verbo
Caminé hacia el sur, como si hubiera un sur de pasión magnética por el salvaje norte, errante ERRANTE. Que me ahorquen con flores de selvas enfermas donde nace Aquelarre en sueños, en fiebres: niebla en el monte púrpura del corazón.
Casa de los espacios cardinales ¿qué delirio es este llamado de imanes bajo un cielo que miento; quién podrá decir: abro los ojos, veo si nada ha nacido, si nada puede nacer para la muerte imaginaria?
(...)
Ah, día de los días; patria salvaje inocente eternidad. Cielo en quietud, bello abismo: mañana del Verbo. Fui, en aquel sin tiempo, un perpetuo amanecer y pasé la celeste muralla; región de banderas y soles llevados por dioses; crucé su puente de llamas, encarnación de las niñas, dejé la mañana y entré en la Noche del Verbo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, Mario, por estos bellos textos de MA Bustos.
Abrazo grande.

Mario Arteca dijo...

Alguna vez, veré si lo hago en este blog, querido Horacio, habrá que escribir algo in extenso sobre la literatura de Bustos, siempre compleja, arriesgada, fragmentaria y sin concesiones con las imágenes. Siempre pienso que Bustos, el Bustos de Fragmentos fantásticos, Visión de los hijos del mal y El Himalaya..., junto al Gelman de Fábulas y Sidney West, dieron "terminada" la década del 50, a nivel poético, e inauguraron la poesía venidera, interrumpida por la dictadura. Bueno, en verdad, tengo que escribir algo más sobre esto. Un abrazo

Mario Arteca dijo...

Fe de erratttttttas: obviamente quise dicer "dieron por terminada la década del 60". Bueno, habrá que prestar más atençao y revisar. Escribir rápido no siempre es escribir mejor. Pero, ¿quien dijo que escribir rápido es escribir mejor"? Nadie, claro. Abrazos.