Es verdad: las ratitas de Calveyra abandonan la nave antes que se hundan con ella. La fumigación es el arte de repartir veneno socialmente, en esa nueva versión de patria sí, colonia no. Es tan cierta como desechable la idea de conmover a la opinión con salidas de emergencia. Las ratitas de Calveyra son conscientes de sus propias obligaciones; de esta manera se diferencian de quienes desean volverse indispensables, ante una sector que espera de ellos la racionalidad del sustento. Existen ratas con una K marcada, lo mismo que la yerra en esas vacas que mueren de sed por una sequía, cuya metáfora del poder político se quiere forzar, porque los diagnósticos ya superaron la imaginación. Pero, bueno, la imaginación también está en crisis. Inventar ya no suele ser tomado como una forma de creación, sino de engaño proverbial. Toda forma de invención es una suerte de construcción dentro y fuera de la realidad, por lo que si las ratas creen sentirse engañadas, lo único que debieran saber es que alguna vez formaron parte -sin saberlo del todo, claro- de un proceso de creación.
Cuando las ratas se corren del molde que las contuvo, creen a pie-juntillas que vuelven al engrudo discursivo del lavativo democrático, eso que las ratitas conocen muy bien, algo así como el llamado de las demás ratas, chillando por no ser comprendidas. Toda sangría es perniciosa, pero ¿todo esto no empezó con una sangría? Hay una frase, en ese aspecto, una frase final, una de esas oraciones que perpetúan la especie del escritor, hasta límites considerables: "el fin no es ningún proceso", de Thomas Bernhard. Lo que termina, no recomienza, desmintiendo el recurso heideggeriano del acabamiento, como principio cero de la creación. La idea de hacer un campo fértil, para sembrar la nueva especie -como lo pastizales quemados, para poner la nueva semilla- es una idea siniestra y conocida. Habrá que fumigar, entonces, porque una rata que se aleja siempre intenta regresar siguiendo el rastro de su olor. Que el camino se corte donde justamente culmina. El fin no es ningún proceso.
Cover de Big rat, de The Wedding Present, de álbum "Watusi". No es el original, siquiera sé quién canta. ¿Importa? El tema lo vale.
1 comentario:
Hola, pasando a saludar y tambien para invitarte a que pases y veas mi blog a ver si encuentras algo de tu agrado y si te gusta intercambiemos enlaces, una suerte de fucionar dendritas o algo asi diria yo,je.
Saludos y hasta la proxima.
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